lunes, 9 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - DEDICAR TIEMPO A LOS NIÑ@S
La importancia de dedicar tiempo de calidad a los pequeños

Debemos tener en cuenta que lo
realmente importante para los niños es la calidad del tiempo que los
adultos pasan con ellos y no la cantidad del mismo. Es importante
organizarse para dedicar tiempo de calidad a los pequeños. Tiempo en el
que disfruten de nuestra compañía, de cariño, aprendizaje y desarrollo.
Dedicar tiempo de calidad con
los niños y niñas, no solo es bueno para ellos, es un tiempo de disfrute
para todos que va a aportar beneficiosas ventajas: mejora los vínculos
afectivos, la autoestima, potencia el desarrollo global, fomenta el
aprendizaje, nos ayuda a liberarnos del estrés, favorece la
comunicación. En definitiva contribuye al buen humor de todos y a la
felicidad familiar.
El tiempo que NO se pasa con
los seres queridos no se recupera, no debemos considerar que pasar
tiempo de calidad es dedicar un rato a estar con ellos y olvidarnos
durante los demás periodos de tiempo. Se trata de organizarnos para que
en nuestro día a día dispongamos de tiempo para disfrutar con ellos,
aunque no sean grandes cantidades de tiempo. Es decir la clave está en
transformar todo el tiempo que pasemos con los pequeños, sea mucho o
poco, en tiempo de calidad y de disfrute. Podemos incluirlos en nuestras
actividades cotidianas, como ir a la compra, hacer la comida, recoger
la ropa de la lavadora, etc.
BENEFICIOS PARA TODOS
Disfrutar de tiempo de calidad, aporta importantes beneficios a toda la familia
-
Mejora el clima y la comunicación familiar.
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Incrementa los vínculos afectivos.
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Fomenta el desarrollo de los pequeños: físico, social, afectivo, cognitivo, etc.
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Se favorece el conocimiento mutuo. Consigues conocer mejor a tus hijos y ellos a ti.
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Se generan aprendizajes mutuos, ellos aprenden de nosotros y nosotros de ellos.
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Contribuye a liberar el estrés y la tensión. Divertirse juntos y hacer actividades de forma que podamos disfrutar de ellas nos ayuda a todos a liberar tensiones.
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Aumenta la confianza, la seguridad y la autoestima. Los niños y niñas se sienten queridos y seguros.
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Se desarrollan las habilidades sociales, ya que es un tiempo en el que los pequeños se relacionan.
TIEMPO DE CALIDAD CADA DIA
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Transforma todas las actividades cotidianas y tiempo que pases con el niño o niña en tiempo de calidad. ¿Cómo? Juega con ellos, bromea, ríe, etc. Que cada momento que pases con ellos sean momentos de compartir y de mutua compañía.
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Dedica al menos media hora al día en exclusiva a cada uno de los niños. Habla con ellos, escúchales.
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Divierte con ellos, entra en su mundo y haz de cada momento, instantes inolvidables en la vida de tus hijos. Recuerda que con la risa y el buen humor se estrechan los vínculos afectivos.
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Enséñales, aprovecha el tiempo que estés con ellos para explicarles y contarles cosas.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA HACER QUE EL TIEMPO QUE PASAMOS CON LOS PEQUEÑOS SEA DE CALIDAD?
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Si tienes que hacer cosas, comparte esos momentos con los pequeños. Llévalos a hacer la compra contigo, deja que te ayuden en las tareas de la casa. Aprovecha y explícales cosas, juega con ellos en estos momentos, cuéntales alguna historia.
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Organiza bien tu horario y busca en ese horario como algo prioritario un rato para pasar con los niños y niñas.
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Mantén la comunicación con los pequeños a lo largo del día, cuando no estes con ellos con llamadas telefónicas (simplemente para preguntarles que tal están), y cuando estés con ellos hazlo en persona (por ejemplo en la hora de la comida o la cena, en lugar de poner la televisión, siéntate en la mesa con ellos y manten una conversación, cuéntales como te ha ido el día y que ellos te lo cuenten a ti también)
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En tu tiempo libre, dedícalo a la familia y desconecta del trabajo. No pienses en lo que tienes que hacer mañana o el lunes. Dedica toda tu atención y tus pensamientos en esos momentos a tu familia.
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No es necesario que hagáis nada especial, las pequeñas cosas son especiales. Cuéntales un cuento, juega con ellos, cuéntales un chiste, anécdotas familiares, etc.
Es fundamental saber que la
relación interpersonal, el trato con los demás, tiene una importancia
transcendental en el desarrollo de las personas. Como se ha explicado,
el beneficio es mutuo, el disfrute de esta relación es algo que ningún
padre ni madre debería perderse. Los pequeños crecen y determinados
momentos y experiencias no vuelven.
domingo, 8 de marzo de 2015
viernes, 6 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - LA MOTIVACIÓN EN LOS ESTUDIOS
La importancia de la motivación en el estudio
En ocasiones, algunos / as niño / as
suelen quejarse de que no les gusta el colegio; de que les resulta
aburrido y no quieren estudiar…
Esto supone un problema bastante serio
para su desarrollo y crecimiento personal, pues el estudio pone las
bases de nuestro desarrollo social, personal y profesional. Por lo
tanto, ante esta problemática, ayudarles a encontrar sentido a lo que
hacen es trascendental, así como el hacerles ver la importancia de los
aprendizajes que adquieren y de qué manera le pueden influir en sus
vidas.
Para lo cual debemos trabajar sobre todo
y ante todo, la motivación del niño/a a aprender, dedicándole un tiempo
prudencial a trabajar con él / ella aquellos aspectos menos atrayentes
del estudio y a motivarle a la adquisición de todo tipo de
conocimientos;
¿CÓMO PODEMOS MOTIVARLES?
- Debemos dedicar tiempo a hablar con el/la niño/a acerca de la importancia del aprendizaje como motor de nuestra vida. Hacerle entender cómo influirá todo lo que aprenda hoy en su mañana, es una labor imprescindible a la hora de trabajar la motivación.
- Es importante prestar atención a todas aquellas dificultades que presenten a la hora de sacar adelante unas y otras materias. Hay veces en que algunos contenidos les resultan complicados y el hecho de no entenderlos contribuye a la desmotivación por la materia en cuestión. Si esto se repite en varias materias, la desmotivación se multiplicará, hasta tener un efecto devastador.Por lo tanto, si en alguna situación precisan de un apoyo extra, se les deberá proporcionar, siempre y cuando veamos que es necesario, pues ante todo se debe fomentar la autonomía del niño/a para hacer por sí solo/a sus tareas.
- En esta línea es igualmente importante explicarles la importancia que tienen todas y cada una de las asignaturas que estudian, animándoles a buscar información complementaria sobre ellas. Sería interesante también, emplear para esto las nuevas tecnologías, pues hoy en día existen juegos interactivos en internet ,que permiten a los /as niños/as adquirir y afianzar conocimientos de una manera dinámica y entretenida.
- Imprescindible es igualmente, reforzar todos aquellos logros que obtenga, más aún los que hayan supuesto un esfuerzo extra o un mayor nivel de dificultad. Además, se les debe animar a preguntar todas aquellas dudas que vayan surgiéndoles, eliminando la idea errónea que muchos /as niños /as suelen tener de que preguntar es malo o vergonzoso.
- Aprovechar las situaciones cotidianas para extrapolar los contenidos de las materias a la práctica diaria, es algo que también puede influenciar muy positivamente el aprendizaje de los contenidos, al igual que mantener con el/la niño/a conversaciones sobre sus intereses, propiciando momentos en los que éstos y el aprendizaje de las materias confluyan y se complementen.
- Propiciarles un entorno adecuado para estudiar, donde tengan suficiente luz y un mobiliario cómodo que les ayude a disfrutar de sus tareas. Además, sería muy útil enseñarles cómo utilizar determinadas herramientas que les pueden ayudar, como por ejemplo, programas concretos del ordenador y por supuesto internet.
- Es importante asimismo, que se muestre interés por las actividades que dentro del contexto educativo, el / la niño/a quiera llevar a cabo, además siempre y cuando sea posible, se deberá participar en ellas.
- Asisitir a las reuniones y tutorías que a lo largo del año se organicen, es de vital importancia, ya que además de conocer el progreso del niño / a, le motivará a mejorar.
- Se les debe ayudar a organizar su tiempo, para lo cual, es imprescindible el enseñarles a elaborar listas de tareas, ordenadas según la prioridad de las mismas.
Todas estas pautas resultan
imprescindibles a la hora de motivar a l@s niñ@s a estudiar. Cada niñ@
es un mundo, y no existen niñ@s mejores estudiantes que otros pues la
mayoría de las veces la diferencia está en la motivación, es más, se ha
demostrado que niños/as con altas capacidades pero poco motivados
terminaban siendo víctimas de fracaso escolar. Con lo cual, la
motivación tiene una importancia crucial; ya se sabe “ si crees en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades” (Wayne W. Dyer).
jueves, 5 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - EDUCAR PARA LAS RELACIONES SOCIALES
Habilidades sociales: Educar para las relaciones sociales
Las habilidades sociales son
un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de un repertorio
de acciones y conductas que hacen que las personas se desenvuelvan
eficazmente en lo social. Estas habilidades son algo complejo ya que
están formadas por un amplio abanico de ideas, sentimientos, creencias y
valores que son fruto del aprendizaje y de la experiencia. Todo esto va
a provocar una gran influencia en las conductas y actitudes que tenga
la persona en su relación e interacción con los demás.
Es fundamental prestar
especial atención al desarrollo de las habilidades sociales, ya que en
primer lugar son imprescindibles para la adaptación de los niños y niñas
al entorno en el que se desarrollan sus vidas, y posteriormente estas
habilidades les van a proporcionar las herramientas para desenvolverse
como adultos en la esfera social, siendo la base clave para sobrevivir
de manera sana tanto emocional como laboralmente.
La falta o escaso desarrollo
de habilidades sociales, puede ser algo doloroso para las personas. Los
seres humanos vivimos en sociedad, es parte de nuestra naturaleza, es
por ello que la comprensión de las relaciones y de las demás personas es
algo imprescindible para una vida emocionalmente sana. Y esto tiene
repercusión en los demás ámbitos de la vida, escolar, laboral,
sentimental, personal, etc.
PUNTOS CLAVE DE LAS HABILIDADES SOCIALES.
-
Se adquieren a través del aprendizaje. No son innatas, los niños y niñas desde el nacimiento aprenden a relacionarse con los demás. Se sienten de determinada manera, tienen determinadas ideas y actúan en función de estas.
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Son reciprocas por naturaleza. Las habilidades sociales, requieren para su desarrollo la relación con otras personas.
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Incluyen conductas verbales y no verbales. Es tan importante lo que se dice como otros aspectos que no se dicen.
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Están determinadas por el reforzamiento social (positivo o negativo). Determinadas conductas se repiten si tienen un refuerzo interpretado como positivo (acorde con sus ideas y sentimientos) o negativo (en desacuerdo).
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Son capacidades formadas por un repertorio de creencias, sentimientos, ideas y valores. Estos son la base de la conducta social. Las personas interpretan las situaciones y deciden la actuación.
-
Están interrelacionadas con el autoconcepto y la autoestima. Los resultados de las relaciones sociales influyen en el autoconcepto y la autoestima y estos a su vez son cruciales para las diferentes conductas en el medio social.
-
Son necesarias para el desarrollo integral de las personas. La persona se desarrolla y aprende en interacción con los demás.
¿CUÁLES SON LAS HABILIDADES SOCIALES BÁSICAS?
-
Apego: capacidad de establecer lazos afectivos con otras personas.
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Empatía: capacidad de ponerse en el lugar del otro y entenderle.
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Asertividad: capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a los demás.
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Cooperación: capacidad de colaborar con los demás para lograr un objetivo común.
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Comunicación: capacidad de expresar y escuchar. Sentimientos, emociones, ideas, etc.
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Autocontrol: capacidad de interpretar las creencias y sentimientos propios y controlar los impulsos.
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Comprensión de situaciones: capacidad para entender las situaciones sociales y no tomarlas como algo personal, o culparse de determinadas cosas.
-
Resolución de conflictos: capacidad para interpretar un conflicto y sacar alternativas de solución al mismo.
¿CÓMO SE ADQUIEREN LAS HABILIDADES SOCIALES?
Las competencias sociales se
aprenden y desarrollan a lo largo del proceso de socialización, como
resultado de la interacción con otras personas. Este desarrollo se
produce fundamentalmente en la infancia, los primeros años de vida son
fundamentales para el aprendizaje de estas habilidades.
Se aprenden y desarrollan a través de los siguientes procesos:
-
Experiencia directa. Los niños y niñas están rodeados de personas y desde una edad muy temprana comienzan a ensayar las conductas sociales. Se producen determinadas experiencias que los pequeños van interpretando e incorporan esas interpretaciones a su forma de pensar y actuar.
-
Imitación. Los pequeños aprenden por lo que ven de las personas que son importantes para ellos. Imitaran aquellas conductas sociales que observan en los adultos más cercanos, pero no solo las conductas, también aprenderán de estos la manera de interpretar las situaciones y hasta de sentirse en determinados momentos.
-
Refuerzos. Los refuerzos sociales que tengan sus conductas, ya sea de los adultos y/o iguales van a hacer que los niños y niñas desarrollen determinadas conductas y otras.
PROBLEMAS PROVOCADOS POR FALTA O ESCASO DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES.
-
Problemas de autoestima. Los niños y niñas con pocas habilidades sociales, tendrán problemas para desenvolverse en su entorno social. Esto les llevará a pensar que es por ellos y su autoestima bajará. La imagen de sí mismos será negativa. Esto hace a su vez, que sus habilidades sociales sean escasas, la influencia es mutua.
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Dificultad para expresar deseos y opiniones. Las personas que no tengan unas buenas capacidades sociales, tendrán dificultades para saber y poder expresar lo que desean y lo que opinan.
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Dificultades para relacionarse con los demás. La falta de habilidades sociales, puede llevar a una timidez excesiva y dificultad para hacer amigos y relacionarse. En nuestra sociedad, es imprescindible relacionarse con los demás.
-
Problemas escolares. Puede producirse también este tipo de problemas, debido a la inadaptación social, llegando incluso a provocar fracaso escolar.
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Malestar emocional. Las personas necesitamos de los demás, la compañía y la estima de las demás personas son fundamentales para nuestro día a día y para nuestro equilibrio emocional. La ausencia de relaciones sociales puede llevar por tanto un malestar emocional asociado.
PAUTAS PARA EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES SOCIALES.
Las habilidades para afrontar
con éxito de forma sana las relaciones con los demás se desarrollan
progresivamente a lo largo de la infancia y la adolescencia. En este
periodo se producen las estrategias que van a ser las bases de las
futuras relaciones de adultos, ya sean de amistad, de pareja, laborales,
etc.
Por ello debemos prestar especial atención al desarrollo de estas capacidades.
-
Cuida la autoestima de los pequeños. Ayúdales a formar una imagen positiva de sí mismos. Tendrán la fuerza para desenvolverse socialmente y no culparse de aquellas situaciones que no son positivas para ellos. Para ello critica la acción y no a la persona; proponles metas pero que sean adecuadas; utiliza los elogios pero que sean realistas.
-
Transmite valores a los niños y niñas. Deben aprender a valorarse a sí mismos y a los demás. Enséñales a respetar, tolerar y escuchar.
-
Sirve de ejemplo para ellos. En tus relaciones con ellos y con los demás, actúa de forma coherente y transmitiendo lo que quieres que hagan ellos.
-
Habla con ellos y trabaja las creencias e ideas que tienen. Ante determinadas situaciones sociales que te ocurran a ti y/o a ellos explícales la situación, ayúdales a entender. Si por ejemplo alguien nos contesta mal, debemos explicar a los niños y niñas que esa contestación probablemente no tenga que ver con nosotros, simplemente las personas tienen sus vidas y probablemente estén enfadados por algo. No debemos por tanto tomarlo como algo personal, pero tampoco debemos dejar que nos hablen mal. Enséñales entonces con tu ejemplo a responder a estas situaciones de forma asertiva.
-
Fomenta la capacidad de escuchar y entender a los demás. Para ello escúchales tú a ellos y enséñales a escuchar a los demás. Que entiendan que podemos aprender muchas cosas si escuchamos lo que los demás nos dicen.
-
Emplea los refuerzos. Refuerza socialmente aquellas conductas adecuadas, como escuchar al otro o responder con educación, en esos casos interactuamos socialmente con los pequeños y refuerza negativamente las conductas inadecuadas, los gritos, la falta de escucha, etc. no interactúes con ellos en estos casos.
-
Procura dotar a los niños y niñas de un ambiente rico en relaciones. Es importante que los pequeños tengan diferentes experiencias sociales, para que experimenten, aprendan y pierdan el miedo a determinadas situaciones.
-
Anima a los pequeños a participar en diferentes grupos o hacer actividades con otras personas, sin que sea necesaria tu presencia. Es importante que los niños y niñas aprendan a desenvolverse solos, sin la protección de las figuras de los adultos.
-
Cuando los pequeños pasen por alguna situación social de rechazo o negativa de alguna manera, debes dejar que pasen por ellas, pero explícales la situación.
miércoles, 4 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - DEPRESIÓN Y ADOLESCENCIA
Depresión y adolescencia
En estos tiempos, no es de
extrañar que la prevalencia de depresión en la población se haya
multiplicado. La crisis está haciendo mella en la salud de las personas,
de forma tal que se ha producido un gran aumento de trastornos como la
depresión y la ansiedad, que condicionan absolutamente todas las esferas
de la vida de éstas. El desempleo, la dificultad para incorporarse al
mundo laboral tras éste; la impotencia de no poder modificar esta
situación; de ver el tiempo pasar sin cambio alguno… conlleva la
aparición de los trastornos mencionados.
A priori, después de la
descripción expuesta, podemos llegar a pensar que los trastornos
anteriores son exclusivos de “mayores”; puede considerarse incluso que
en la infancia y en la adolescencia, no existen motivos que desencadenen
la aparición de éstos. Pero la realidad es diferente, lo cierto es que
la entrada a la adolescencia suele ser un momento clave en la vida. Un
momento caracterizado por cambios a todos los niveles: físicos,
psicológicos, sociales… es un momento difícil de afrontar y como tal no
siempre se está preparado/a.
En esta etapa es fundamental
el papel de los padres, que deben estar atentos a los cambios y
preparados para enfrentarse a la nueva situación que su hijo/a está
viviendo. En la “sociedad del estrés” en la que estamos inmers@s, donde
todo se reduce a una cuestión de tiempo, esto limita enormemente
nuestras relaciones con los demás, pues “siempre hay algo que hacer”.
Los padres, se esfuerzan y trabajan para que a sus hijos/as no les falte
de nada y sean felices, pero en ocasiones, esta preocupación y falta de
tiempo, les resta la oportunidad de proporcionarles lo que más pueden
llegar a necesitar: sentirse escuchados/as, acompañados/as,
entendidos/as y apoyados/as. Por tanto, se debe tener muy presente este
hecho, procurando que la falta de tiempo, no suponga un obstáculo a la
hora de que tenga lugar la comunicación padres – hij@.
Con la entrada a la
adolescencia los/as niños/as hasta ese momento, se llenan de
preocupaciones de todo tipo. Los cambios que comienzan a experimentar a
nivel cognitivo le dificultan la comprensión de muchos acontecimientos
que pueden tener lugar en torno a esta nueva situación. Esto, unido al
proceso de adaptación a estos cambios mencionados, puede desencadenar la
aparición de inseguridad y emociones negativas, que podrían derivar en
depresión.
¿ QUÉ SÍNTOMAS DEBEN PREOCUPARNOS?
Algunos de los síntomas que pueden despertar la voz de alarma, y ante los que debemos estar muy atent@s son los siguientes:
-
Sentimientos de tristeza y apatía.
-
Falta de ilusión y motivación.
-
Problemas de rendimiento escolar.
-
Baja autoestima y aparición de complejos físicos.
-
Irascibilidad.
-
Falta de apetito y problemas para dormir…
En algún momento de nuestra
vida, tod@s experimentamos este tipo de sensaciones y sentimientos. Lo
que diferencia la experimentación puntual de estos síntomas, de un
problema como la depresión, es la prevalencia en el tiempo de los
mismos.
Es decir, puede resultar
normal que debido a los cambios, que a todos los niveles, se
experimentan en este período de la vida, l@s adolescentes atraviesen
situaciones donde la manifestación de estos síntomas esté presente. Lo
que debe preocuparnos es el mantenimiento en el tiempo de ellos, pues el
tiempo, también en esta ocasión, es el gran indicador de la existencia
del problema.
¿ CÓMO PUEDE AYUDAR LA FAMILIA AL / A LA ADOLESCENTE CON DEPRESIÓN?
Al igual que sucede con los
adultos, es aconsejable la ayuda de un profesional, que a través de un
tratamiento individualizado, le ayude a superar este problema. Además,
en estas ocasiones, los padres también suelen necesitar ayuda para poder
abordar la situación, que indiscutiblemente puede llegar a afectar al
ambiente familiar.
En el hogar, la familia puede ayudar al / a la adolescente con depresión de varias maneras:
-
Proporcionándole un ambiente de estabilidad y comprensión, donde prevalezca la comunicación y el/la adolescente se encuentre cómodo /a para expresar cómo se siente.
-
Practicando la escucha activa sin reproches; es decir, escuchar sus problemas y preocupaciones procurando no interrumpirle mientras habla, ni imponerle nuestras opiniones, ni nuestra manera de ver la vida. Por supuesto, se ha de evitar quitarle importancia a su malestar , ya que podrían desencadenarse sentimientos de incomprensión.
-
Planteándole alternativas positivas a los pensamientos negativos que manifieste tener; ayudándole a descubrir y comprender todos aquellos aspectos positivos y enriquecedores de su vida.
-
Organizar actividades familiares al aire libre y entretenidas, con las que motivarle.
-
Animarle a desarrollar sus relaciones sociales organizándole encuentros con amig@s que le ayuden a reforzar su autoestima y autoconcepto.
-
Aprovechar cualquier situación cotidiana para reforzarle, contribuyendo igualmente, a una mejora de su autoestima.
-
Establecer conversaciones sobre temas que le diviertan y con los cuales disfrute, evitando así hablar exclusivamente del problema en cuestión.
La depresión puede acontecer
en cualquier etapa de la vida y a cualquier edad, y siempre supone la
experimentación de sentimientos de malestar y angustia cuyo origen no se
explica atendiendo a un solo factor, sino que suele darse por varios de
éstos y además de diversa índole: psicológicos, físicos, sociales,
culturales, familiares, etc.
La adolescencia es una etapa
crítica y decisiva en nuestro desarrollo como personas y como tal,
debemos estar muy atentos /as a las señales de alarma y poder actuar
ante un caso de depresión, evitando que esa situación se “arrastre” a lo
largo de la vida.
Es imprescindible además,
hacerle entender al /a la adolescente en cuestión, que la situación que
atraviesa es transitoria y que saldrá fortalecid@ de ella, al igual que
sucede con todas las situaciones complicadas de la vida.
Y es que todo en la vida nos ayuda a superarnos y aprender, recordemos: “Mientras vivas, sigue aprendiendo a vivir” (Séneca).
martes, 3 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - ACTIVIDAD AGRESIVA EN LOS NIÑ@S
Agresividad en los niños y niñas
Es común que en ocasiones los niños y niñas respondan con enfados y conductas agresivas.

El problema surge cuando los
pequeños convierten esta respuesta en un hábito. La agresividad en estos
casos se generaliza y es utilizada por los niños y niñas como una
herramienta de gran poder para conseguir lo que quieren. Comienza como
una manera de hacer salir una emoción negativa de ira y de frustración y
se generaliza aún sin existir estas emociones. A la larga esta
respuesta se transforma en lo que la crea, es decir en una fuente de
frustraciones y conflictos.
Es fundamental en primer lugar
que los pequeños aprendan a manejar sus sentimientos negativos, que
sepan auto controlarse y manejar la ira y la frustración. La emoción,
como todas las emociones forma parte de la persona y no se puede evitar,
pero lo que si podemos controlar es la respuesta en forma de conducta
que damos a esa emoción.
En segundo lugar debemos
prestar atención a que esta conducta no se generalice. Ocurre que cuando
los pequeños se comportan de forma agresiva, aprenden en determinadas
ocasiones un mensaje erróneo. Aprenden que es una forma muy efectiva de
conseguir lo que quieren, y de esta forma generalizan las conductas
agresivas y ya no solo las emplean cuando sienten ira. En estas
ocasiones emplean la agresividad para someter a los demás a sus deseos y
esto a la larga les crea más ira, frustración y conflictos.
¿CUANDO DEBEMOS ALARMARNOS ANTE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS?
En primer lugar debemos saber
que no debemos dejar pasar ninguna conducta agresiva de ningún tipo por
parte de los más pequeños, pero es importante diferenciar entre dos
tipos de conductas agresivas.
-Conducta agresiva como
aprendizaje de respuestas. En un primer momento los niños y niñas
experimentan distintas reacciones ante determinadas emociones. Este tipo
de conducta forma parte de su desarrollo y puede responder a un enfado
con una patada o un insulto. Es una forma de hacer salir su ira. Esta
forma no es la adecuada y han de aprender a canalizar la ira hacia una
respuesta más positiva que les haga avanzar y no hacía una respuesta
negativa y violenta. Debemos actuar ya en estos primeros momentos, pero
no debemos alarmarnos, ya que es una respuesta normal.
-Conducta agresiva
intencionada para causar daño y malestar a los demás. Cuando la
intención de la respuesta es provocar daño, y no le importa haberlo
causado es cuando debemos preocuparnos. Esta tipo de conducta es
perjudicial para la propia persona que la ejecuta.
CAUSAS DE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS.
-
Frustración e ira. La principal causa de estas conductas es la frustración y la ira, y como respuesta aparece la reacción agresiva.
-
Imitación. Los más pequeños ven lo que les rodea e imitan las conductas que observan en sus figuras más cercanas. Si los adultos más cercanos responden con gritos, cachetes, etc. los niños y niñas entenderán que esta es la respuesta normal ante determinadas situaciones.
-
Consecuencia de la conducta agresiva. Los pequeños aprenden también en función de las consecuencias de sus conductas, si ante una reacción agresiva el resultado es que obtienen lo que quieren, aprenderán eso mismo que es un modo muy efectivo para cumplir sus deseos.
-
Llamadas de atención. En determinadas ocasiones, los niños y niñas son agresivos para llamar la atención del adulto e incluso de otros niños y niñas. Aprenden que es una forma de que les hagan caso. “Te golpeo y me atiendes”.
-
Experimentación. Los pequeños aprenden por ensayo error, experimentan determinadas respuestas y comprueban cuales les salen bien y cuales mal. En ciertos casos están experimentando a ver qué pasa si….
-
Problemas personales. Hay que prestar atención a los posibles problemas del pequeño, puede que esté pasando por una etapa de malestar personal con importantes cargas de frustración y de ira. En estos casos debemos tratar el problema del niño o niña para erradicar la conducta.
PAUTAS PARA ELIMINAR ESTAS CONDUCTAS.
-
Enseña al niño y niña a canalizar la emoción de ira y/o frustración de forma positiva, de manera que le permita avanzar. Cuando los niños y niñas opten por la violencia, debemos enseñarles otros caminos. Puedes enseñarle a practicar algún deporte, ha hacer algo para entender y arreglar aquello que le ha enfadado.
-
No respondas con risa a los primeros atisbos de conductas agresivas, como un tirón de pelo una patada, etc. Es común que a los adultos nos hagan gracia estos primeros arrebatos de enfado de los pequeños, no debemos en ningún caso reírles estas conductas puesto que le mandamos un mensaje erróneo.
-
Responde con calma a las respuestas violentas, trata de apaciguar al pequeño. El objetivo es frenar la conducta agresiva, si respondemos con agresividad lo único que conseguimos es aumentar la ira y la frustración y además le damos un ejemplo contrario a lo que pretendemos conseguir. Debemos mantener la calma.
-
Practica la relajación. Es importante que enseñemos a los niños y niñas a relajarse, podemos practicar con ellos diferentes técnicas de relajación, enséñales a contar hasta diez, a respirar, etc.
-
Sé un modelo para ellos. Evita en todo momento conductas agresivas, ya sea con ellos o con otros adultos. Procura evitar los gritos en casa, los cachetes a los más pequeños, los comentarios despectivos, etc. Ya que los niños y niñas aprenden de lo que ven.
-
Se congruente con lo que le pides y lo que haces (no puedes gritarle para que deje de gritar). Si le pides que deje de gritar, mantén un tono relajado.
-
No prestes atención a las rabietas. Cuando el niño y la niña emplea las rabietas, no hagas caso. Si reclama tu atención de forma violenta, golpeándote, tirándote objetos, con gritos, no prestes atención tampoco.
-
Usa tono firme y desaprobatorio pero no grites, responde con calma y tranquilidad.
-
No le des lo que quiere cuando tenga una respuesta agresiva. Si el pequeño tira cosas porque se ha enfadado porque no estás jugando con él por ejemplo, no juegues con él. Explícale que cuando se calme jugareis juntos.
-
Habla con ellos. Pregúntale el porqué de esas conductas, averigua si le pasa algo. Y explícale que no es la manera adecuada de actuar.
-
Establece normas claras y concisas. Que no confundan al pequeño y que sepa cuáles son las consecuencias de sus conductas agresivas.
lunes, 2 de marzo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - PACTO ENTRE LAS PAREJAS PARA EDUCAR
Pacto entre la pareja para educar a los hijos
Pacto entre la pareja para educar a los hijos
Con la llegada de un hijo se afrontan
nuevos retos en pareja, uno de ellos es la capacidad de convivir
teniendo opiniones distintas respecto a la forma de educar.

En ocasiones, cuando cada uno tiene una
opinión diferente acerca de un tema en concreto, surgen pequeñas
disputas o peleas, en el fondo sabemos que no llegan a ningún lado, son
peleas inútiles, la única conclusión que se extrae de cada riña es que
no somos iguales, por eso debemos respetar la identidad que nos
caracteriza y nos hace ser únicos.
Dentro de la tarea de educar a nuestros
hijos, muchas veces nos encontramos con incongruencias entre cómo
nosotros decimos, hacemos o sentimos y cómo lo hace nuestra pareja, es
por ello por lo que surgen desavenencias entre nosotros que pueden
llegar a incidir directamente en el desarrollo educativo de nuestro
pequeño.
Los desacuerdos están presentes en el
día a día de muchas parejas, el problema lo encontramos cuando no se
suavizan, cuando les damos más importancia de la que tienen, o cuando no
dialogamos las inquietudes que tenemos de forma sencilla y apaciguada.
Cuando todo ello ocurre podemos llegar a
desbordarnos y manifestar sentimientos de despecho, rabia, ira,
enfado…, unos sentimientos que crecen rápidamente en nuestro interior, y
que pueden apoderarse cada vez más fácilmente de nosotros sino somos
capaces de controlarlos.
Para evitar estas peleas es necesario contrastar opiniones y tener presente que no siempre vamos a coincidir.
El pacto es la solución que
poseemos para resolver nuestros conflictos y llegar a un acuerdo. Este
pacto, es todavía más preciso llevarlo a cabo cuando hablamos de la
formación que queremos dar a nuestros pequeños.
Existe un punto clave, intermedio, en el
que se da solución a ambas partes, otorgando a cada una de ellas su
porción de razón. Ese punto de equilibrio que abraza las razones
individuales de cada uno, consiste en actuar según nuestras ideas pero
teniendo en cuenta el bienestar de nuestra pareja.
Por ejemplo: “El niño lleva rato con el plato encima de la mesa y no quiere cenar”.
El padre propone que hasta que no
termine el plato no puede ir a la cama, la madre plantea que es tarde y
debe irse a dormir aunque apenas haya cenado.
El acuerdo sería el siguiente, intentar que el niño se coma medio plato, de esta manera existe un consenso: el niño come algo y por otro lado no se va a la cama demasiado tarde.
Es allí donde cada uno hace un ejercicio
de comprensión por el otro, donde nace el acuerdo y una forma de actuar
afín a nuestra vida en familia a la par que acorde a nuestras
características individuales.
La conversación, el diálogo, son la
clave del éxito en la pareja, si somos capaces de hablar de forma
abierta con nuestra pareja, de exponer nuestras preocupaciones y de
conversar sobre nuestras opiniones, seremos capaces de comprender las
razones del otro y unificar nuestros criterios para que resulten
beneficiosos para todos.
Igual de importante es saber reconocer
nuestros errores, pedir disculpas, retroceder y cambiar el sentido
inadecuado que le podríamos estar dando a una conversación. Sólo se
trata de dejar la soberbia de lado afrontando los roces de la
convivencia en pareja de forma humilde.
Para conseguir buenos resultados es
imprescindible practicar, encontrar cada día un espacio para dialogar y
contarnos el transcurso de la jornada, es necesario pensar que todo lo
que nos une como pareja, hace que nuestro hijo/a se conecte a nosotros y
nos respete como figura de referencia, una figura a través de la cual
el niño podrá apoyarse, confiar y crecer.
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