martes, 10 de marzo de 2015

ESCUELA DE FAMILIAS - CONCEPTO DE EDUCACIÓN

Reflexiones y conceptos sobre la Educación de los niños.

Conceptos sobre la Educación de los niños
Un buen maestro siempre se va a interesar por los resultados de su trabajo, aunque los que ya practicamos en un aula con niños sabemos que sin prestar atención a la forma de enseñanza  (proceso) seguramente no obtengamos buenos resultados en su aprendizaje (resultado). Pensad esto ahora como padres: depende de si educamos de una forma u otra (proceso),  el niño responderá mejor o peor y adquirirá nuevas conductas que pueden ser beneficiosas o negativas (resultado). ¿Pero es sólo ‘educación’ la clave, o hay más factores?
El propósito de la educación es lograr que las personas quieran hacer lo que deben hacer.” (H. Gardner en La Teoría de las Inteligencias Múltiples).

Conceptos sobre la Educación de los niños:

Educabilidad
“Educabilidad” es sinónimo de “plasticidad cerebral”, el término hace referencia a la capacidad de adquirir nuevas conductas a lo largo de nuestra vida. En la historia de la instrucción nos hemos encontrado con varias posturas sobre el peso y la influencia de la educación en relación con el aprendizaje del individuo. Las podemos clasificar:
  • Optimismo pedagógico: la educación lo puede todo. Decía Watson (psicólogo, padre del conductismo) que de un niño podía hacer un futuro premio nobel o el mejor de los criminales. Esta postura confía abiertamente en la educación como medio casi exclusivo y eficaz para “moldear” al individuo.
  • Pesimismo pedagógico: postura basada en el pensamiento naturalista del filósofo Rousseau. Opina que la persona nace determinada por la naturaleza, que debemos seguir los instintos originarios del hombre. La educación no tiene nada que hacer frente a estos instintos. María Montessori fue una convencida seguidora de estos principios.
En una postura intermedia encontramos al optimismo pedagógico moderado. Se desprende de la línea de pensamiento kantiana, propugna que la educación es útil e importante pero teniendo en cuenta ciertas limitaciones. Esas limitaciones las podemos entender analizando los medios que permiten o facilitan el aprendizaje…
  • Medios directos: permiten aprender. Son tres: la observación, la actividad y la reflexión e imaginación. El niño ve, intenta reproducir lo que ha observado hasta realizarlo correctamente y luego experimenta con el objeto. Como curiosidad, cognitivamente un niño de aproximadamente un año de edad ya puede hacerlo (quinto estadio del periodo sensomotor correspondiente a las reacciones circulares terciarias, según Piaget el niño tratará de hacer pequeños cambios en sus conductas de soporte para experimentar activamente sobre el mundo).
  • Medios indirectos: de nada le sirve al niño de un año de edad poder experimentar con un sonajero si no dispone de ese sonajero, o si éste no le llama la atención. Los medios indirectos son los que facilitan el aprendizaje, son cuatro y los ejemplificaremos fácilmente usando esa misma anécdota: la motivación (que sea la madre la que agite el sonajero para captar la atención invitará al niño a acercarse), los recursos de los que dispone (el sonajero en sí), el entorno (que económicamente permite al niño disponer del sonajero o de otros juguetes) y los premios o los castigos que determinarán la frecuencia con la que usa ese juguete (si reñimos al niño por hacer ruido frecuentemente con el sonajero dejará de usarlo, o lo contrario).
Educatividad
No confundir con la anterior, esta es, la capacidad para poder influir sobre otros individuos. La “educación” desde el análisis de la naturaleza del agente educador se puede clasificar en institucionalizada (formal, no formal, informal), personal o impersonal. Desde otros puntos de vista más abstractos, la lista sería interminable.
El educando
¿Pasivo o potencialmente activo? El educando en este caso sería vuestro hijo/a, el que recibe la educación. Sobre su aprendizaje habría que considerar aspectos cognitivos (¿qué puede aprender?), psicológicos y didácticos (¿cómo?), sociológicos (¿qué debe aprender?), filosóficos (¿Por qué? ¿Para qué?), etc.
Ciertamente, toda esta información es objetiva,  y sólo la punta del iceberg. Habría muchas maneras de enfocar artículos así, desde muchas perspectivas más parciales, basándose en muchísimas teorías y métodos  que han ido y siguen surgiendo en la historia de la educación y la pedagogía. Pero dejando aparte la parte teórica, podéis hacer ahora como padres la parte más introspectiva y pensar sobre la educación de vuestros hijos:
  • ¿Qué es lo que le quiero enseñar? ¿Por qué lo hago? ¿De qué manera es más correcto hacerlo? ¿En qué me apoyo para educar de una o de otra forma?
  • ¿Qué importa más al educar? ¿Educar respetando sentimientos o pasándolos por alto? ¿En qué consiste la “buena educación”? ¿Educo siguiendo expectativas, roles sociales? ¿Educo para desarrollar su autonomía o para programar un “robot”? ¿Educo un futuro adulto responsable y autosuficiente o un niño completamente dependiente incluso en la edad adulta?
  • ¿Deben los niños saber por qué aprenden lo que se les enseña?
  • ¿Le preparo para encajar perfectamente en lo que la sociedad espera de él o para que destaque entre el grupo por su extravagante personalidad? ¿Le hablo sobre temas ‘tabú’ para que esté preparado o escondo el vídeo de Bambi?
  • Y sobre el colegio, partimos de la base de que todos los padres buscan una buena educación para los hijos. ¿Dónde va a estudiar? ¿Qué es un buen colegio? ¿Más de ciencias, de humanidades? ¿Que fomente más el arte, el deporte, la religión? ¿Importa más que compita y saque buenas notas o que aprenda verdaderamente conocimientos y valores? ¿O me interesan ambas cosas? ¿Qué espero del maestro de mi hijo? ¿Cuál es/será mi relación con él y con la escuela?
Conceptos sobre la Educación de los niños con Escuela de Padres de educapeques.

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