Escuela de padres: ¿Qué hacer si dos hermanos se pegan?
Con frecuencia, como es su caso, la rivalidad entre hermanos termina “llegando a las manos”. Efectivamente ese comportamiento no pueden consentirlo, no solo porque se pueden lastimar y hacer daño, sino sobre todo porque es una forma inadecuada de resolver sus disputas.
Cuando pegarse es una conducta frecuente aconsejamos:
1º. Deje claro a sus hijos que a partir de ahora no se van a permitir más peleas entre ellos porque pueden lastimarse y porque esa no es forma de resolver sus discusiones.
2º. Evite las situaciones en las que suelen pelearse con frecuencia, para ello ponga normas muy concretas. Si un motivo de pelea es compartir determinado espacio para jugar, comience por separarlos en habitaciones diferentes. Además, para los momentos más conflictivos acuerde unas normas con ellos y recuérdeles cómo espera que se comporten.
3º. Si a pesar de todo ello se pelean, adopte con los dos la medida de “retirada de privilegios”. Suprímales por una tarde, no más, alguna actividad que les pueda resultar atractiva.
4º. Poco a poco, enséñeles de manera más concreta en cada situación cómo deberían haberla resuelto sin llegar a pegarse.
5º. Al principio, premie su colaboración y sus pequeños progresos. Para ello elógielos y muestre su satisfacción cuando no se peguen en determinadas situaciones. También se puede establecer al inicio un sistema de “premios” para cuando no se peguen. El sistema puede ser algo así: una primera tarde sin peleas, una cena especial; el segundo premio, dos días seguidos sin alterados; el tercer premio a los cinco días… Los premios pueden ser ir al cine, una salida, una cena diferente…
6º. Revise sus pautas educativas en general y mejore aquellas que no son del todo adecuadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario