¿Sabéis por que no deberías dar todos los caprichos a vuestro hijo?
Con mucha frecuencia más de lo que nos
imaginamos, los pequeños exigen determinadas cosas o situaciones que si
no se la concedemos, comienzan las rabietas y pataletas que pueden llegar a salirse de control.
Si bien esta es una situación bastante
común en los pequeños, la forma en la que como padre manejéis estas
situaciones, es lo que determina durante cuánto tiempo más se seguirá
presentando.
¿Por qué se presentan los caprichos de vuestro hijo y porque no debo satisfacerlos?
Es importante que antes de decir a que
se debe esta situación, tengáis claro que no podemos decir que hay niños
o niñas caprichosos, sino, que tienen conductas caprichosas, porque en
realidad este comportamiento se origina por las experiencias sociales
que tienen los pequeños.
Cuando un pequeño quiere satisfacer un
gusto o quiere algo sin una justificación, y en realidad lo quiere por
encima de cualquier cosa, sin hacer razonamiento de nada, y deseando
ejercer vuestra voluntad a toda costa, es a lo que le llamamos capricho.
Cuando esta situación se da, y el
pequeño tiene alrededor de dos o tres años, podemos decir que sucede de
forma impulsiva al ver o pensar en algo que desea, sin embargo, si no se
corrige y el niño sigue creciendo con esta conducta, se convierte en
algo más reflexivo, y más que a un impulso, corresponden al conocimiento
de que por medio de esa forma de actuar, puede conseguir lo que desee.
Si se cumple los caprichos de pequeños,
estaréis premiándolo por una conducta incorrecta, y eso claramente no
está bien, pero además si una que otra vez no consigue lo que desea,
comenzara a hacer pataletas o rabietas más fuertes que
os estresen demasiado y compliquen en el ambiente familiar, así que lo
mejor es que cortéis con esa conducta cuanto antes.
Los caprichos de vuestro hijo no serán un problema con estos 4 consejos
- Enseñadle cuanto antes a vuestro pequeño la diferencia entre necesidad y capricho.
- Colocad normas de comportamiento y limites, haced que el pequeño sepa que si no se cumplen habrá consecuencias.
- Cuando el pequeño tenga un capricho, podéis usar la técnica de la distracción, mostrándole algo que también pueda interesarle y que resulte más fácil y útil de darle.
- Debéis estar de acuerdo con tu pareja en las cosas que le dais, o no, al pequeño, pues si uno accede fácilmente y el otro no, el niño fácilmente entenderá a quien puede acudir cuando quiere salirse con la suya.
- Otra buena técnica para manejar los caprichos es hacerlo trabajar por lo que quiere. Por ejemplo si quiere un helado podéis decirle que lo obtendrá cuando organice su habitación. De esa forma empezara a aprender el valor de las cosa y también comenzara a analizar si en realidad necesita algo o no.
Ya sabéis porque no debéis satisfacer todos los caprichos de vuestro hijo, y como deis hacer para que esta no sea una situación problemática, así que espero que estos consejos os sean de gran ayuda.
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