En
artículos relacionados con la lectura y la escritura
hemos apuntado las distintas pautas, estrategias, principios
en que se basan los correctos programas de aprendizaje de
las destrezas instrumentales. Es momento en este artículo,
al igual que hemos hecho con los anteriores, de analizar cuáles
son los fundamentos de un adecuado programa de enseñanza
de las matemáticas teniendo en cuenta las grandes dificultades
que entrañan para muchos niños (no hay que olvidar
las estadísticas de los resultados académicos)
y la importancia que el actual Sistema Educativo le otorga
a las Matemáticas como materia fundamental junto a
la Lengua.
La estructura de este artículo se basa en analizar el significado de las matemáticas como materia de conocimiento y su aportación a la formación de la persona. Después intentamos explicar cuál es el proceso que sigue el individuo en la construcción del conocimiento matemático para terminar enumerando los objetivos, fases por las que pasa, finalidad y principios que debe contar un adecuado programa de enseñanza de las matemáticas. En primer lugar debemos saber que las MATEMÁTICAS son un conjunto de conocimientos en evolución con la necesidad de resolver problemas prácticos. Su evolución no sólo se ha producido por acumulación de conocimientos o de campos de aplicación. Los propios conjuntos matemáticos han ido modificando su significado con el transcurso del tiempo, ampliándolo, precisándolo o revisándolo. Como disciplina científica, las matemáticas tienen una ESTRUCTURA INTERNA que relaciona y organiza sus diferentes partes, en la que destaca una componente vertical, la que fundamenta unos conceptos en otros, que impone una determinada secuencia temporal en el aprendizaje. El carácter distintivo del conocimiento matemático proviene de su gran poder como instrumento de comunicación conciso y sin ambigüedades. Por otro lado, existe una gran relación entre las diferentes partes del edificio matemático de tal modo que diversas estrategias o procedimientos generales pueden utilizarse en campos distintos y con propósitos diferentes. La APORTACIÓN DE LAS MATEMÁTICAS a la formación integral de la persona consiste en el desarrollo de la capacidad de pensamiento y de reflexión lógica y en la adquisición de un conjunto de instrumentos para explorar la realidad, representarla, explicarla y predecirla, en suma, para actuar en y sobre ella. De forma más detallada veamos en qué consiste esta aportación:
Enriquecen y ayudan a utilizar un lenguaje más concreto
y conciso y progresivamente más abstracto.
Son un poderoso instrumento de comunicación mediante el cual es posible representar, explicar y predecir la realidad de forma rigurosa, precisa y sin ambigüedades. Desarrollan el razonamiento lógico y matemático, la sensibilidad estética y la creatividad, proporcionan y desencadenan procesos que permiten desarrollar capacidades de carácter general, el razonamiento deductivo e inductivo. Educan la percepción espacial, y estimulan la creatividad al usar y combinar conceptos conocidos para generar otros. Proporcionan o desencadenan procesos que permiten desarrollar capacidades de carácter general, ayudando a comprender y solucionar problemas cuantitativos. · Potenciar la memorización comprensiva y la interiorización de procedimientos y técnicas matemáticas no por la repetición, sino por la comprensión significativa. Proporciona herramientas de aplicación a situaciones no sólo escolares, sino también extraescolares. De manera más sintética podemos decir que el área de Matemáticas desempeña una labor fundamental en el tratamiento educativo en las primeras etapas educativas porque se entiende que su contribución es decisiva para potenciar en el individuo las siguientes capacidades:
Por último, en relación con la aportación de las Matemáticas, cabría apuntar el valor funcional que poseen como conjunto de procedimientos: - Para resolver problemas en muy diferentes campos. - Para poner de relieve aspectos y relaciones de la realidad no directamente observables. - Para permitir anticipar y predecir hechos, situaciones o resultados antes de que se produzcan o se observen empíricamente. Por todo lo anterior está justificada una adecuada CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO MATEMÁTICO basada en un correcto programa de aprendizaje de las matemáticas fundamentado en unos objetivos, fases, principios, etc. que más adelante veremos. Pero ahora es momento para plantearnos una serie de preguntas de interés cuyas respuestas nos pueden ayudar a entender mejor los periodos por los que pasa todo niño en su conocimiento matemático. ¿Cómo construye un niño la matemática?, ¿de qué forma se inicia en el mundo de los números? Para responder a estas preguntas, PIAGET (dentro del marco de la psicología cognitiva) considera que el desarrollo de la inteligencia de los niños es una adaptación del individuo al mundo que lo rodea. Nos viene a decir que el proceso comienza con una forma de pensar (estructura) propia de un nivel de desarrollo madurativo. Después debemos saber que algunos cambios externos crean conflicto y desequilibrio. El niño (como toda persona) intenta compensar esa confusión y resuelve el conflicto mediante su propia actividad intelectual. Y ¿saben?, de todo esto resulta una forma distinta de pensar y estructurar las cosas, en definitiva, un nuevo estado de equilibrio. Todos sabemos que la inteligencia se desarrolla a través de un proceso de maduración y aprendizaje. De acuerdo con PIAGET, la inteligencia se desarrolla en cada persona a través de determinados estadios que son parte de un proceso continuo, en el cual una característica del pensamiento infantil se cambia gradualmente en un tiempo determinado y se integra en formas mejores de pensamiento. No es momento de recordar los distintos estadios psicoevolutivos por los que según PIAGET pasa el individuo; tan solo citamos el estadio sensoriomotor (de 0 a 2 años), el periodo preoperacional (de 2 a 7 años), el periodo operacional concreto (de 7 a 11-12 años) y el estadio de operaciones formales (de 11-12 a 14-15 años). De todo lo anterior y según los principios en que se basa todo programa de enseñanza de las matemáticas, hay que saber que el proceso de construcción del conocimiento matemático debe estar fundamentado en la actividad real de los niños, para lo cual es imprescindible conocer, en cada edad, su manera característica de razonamiento y los tipos de tareas que los individuos pueden hacer. De ahí la necesaria preparación en psicología evolutiva del docente. Siguiendo los distintos estadios de desarrollo cognitivo planteados anteriormente y sabiendo que las edades cronológicas son orientativas, pues es el orden de sucesión de estadios lo que permanece invariante, podemos afirmar lo siguiente (COLLIS, 1980 de acuerdo con los trabajos de PIAGET):
El estadio final de operaciones concretas (10 a 12 años) se caracteriza por la capacidad del niño para trabajar con cierto número de operaciones en secuencia si los números con pequeños, y con números grandes si forman parte de operaciones simples. En conclusión, el niño comienza a desarrollar sistemas matemáticos simples y representa un nivel de desarrollo en el que ya puede comenzar a usar las matemáticas como tales. Empieza a desarrollar una estructura concreta de experiencias que puede ir construyéndose año tras año para formar un sistema lógico concreto. En el estadio de generalización concreta (13 a 15 años), los niños pueden usar un cierto número de operaciones, no asequibles físicamente. Pueden utilizar elementos generalizados (cifras grandes y letras en sustitución de números) Así, el chico es capaz de desarrollar una estructura matemática compleja en la medida en que tenga un fundamento concreto. Por último, en el estadio de operaciones formales (16 años en adelante), el alumno no tiene necesidad de relacionar elementos, operaciones o la combinación de ellos con modelos análogos físicos, y puede tomar como realidad un sistema abstracto bien determinado con sus definiciones, relaciones y reglas. Se enfrenta con variables en cuanto tales, porque puede evitar sacar la conclusión final hasta haber considerado las diversas posibilidades. El niño está preparado para trabajar con el sistema formal abstracto que, para el matemático, constituye la esencia de las matemáticas. Los PRINCIPALES OBJETIVOS que se persiguen en la ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS se concretan en dos:
La fase puramente matemática: donde el maestro se plantea objetivos como la comprensión inicial del número y de las relaciones del sistema numeral; el conocimiento de los hechos numéricos básicos de las cuatro operaciones fundamentales y de sus relaciones; comprensión del significado de las diferentes operaciones; destreza en cálculo, etc. La fase social con objetivos como alcanzar destreza en el uso de medidas y artificios de medida; aptitud para leer e interpretar datos cuantitativos en tablas, cartas, gráficos, mapas, etc. En casa deben saber que en función del nivel educativo en que se encuentre el niño, estará en una fase o en otra y por tanto podrá presentar unos problemas u otros porque estos problemas están asociados al tipo de actividad que se pretende. Por ejemplo, un niño puede saber calcular muy bien en la operación que sea (fase matemática) y sin embargo presentar dificultades para la resolución de problemas relacionados con la vida cotidiana (fase social). Por tanto, la enseñanza y el aprendizaje de las Matemáticas se caracteriza porque ha de tener como FINALIDAD:
Para una información más completa, los padres deben conocer los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS que son el comienzo para alcanzar los objetivos propuestos a través de las fases enumeradas. Estos principios son los siguientes:
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miércoles, 27 de mayo de 2015
ESCUELA DE FAMILIAS - EL PROBLEMA DE LAS MATEMÁTICAS
El
problema de las matemáticas
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